Estilos de Vida

“Easter” en Puerto Rico

“Easter” en Puerto Rico es muy diferente
a la celebración en los Estados Unidos, nosotros lo conocemos como “Domingo de Resurrección” y la culminación de la “Semana Santa”. Es importante entender el aspecto religioso y tradicional de esta celebración,

al menos lo que experimente durante mi infancia, y no teníamos un conejo que trajera dulces.

Han pasado varias décadas desde que no celebro “Easter” en Puerto Rico, así que vamos a abrir el baúl de los recuerdos y remontarnos a los años 90’s, hacia un barrio humilde y en la casa de la mi abuela. Como muchas otras festividades en Puerto Rico, esta se extiende a más de un solo día, la celebrábamos por toda una semana.

Con tan grande número de católicos en la isla, la Semana Santa solía ser una celebración en grande, comenzando el Miércoles de Ceniza, el cual iniciaba la Cuaresma.

Durante 40 días muchas personas
se abstenían de ciertas comidas, particularmente carnes y comían solo pescados y viandas. Recuerdo mi abuela preparaba grandes cantidades de pescado en diversas maneras porque era lo único que estaba permitido comer durante los viernes de la cuaresma.

Las familias atendían diversas celebraciones no solo en la iglesia sino en su comunidad. Mi comunidad era bien religiosa, y era un tiempo

en donde la mayoría se involucraban de una forma muy linda. Era como
una familia gigantesca. Realizaban servicios, oraciones en diferentes hogares, y procesiones conmemorando la ruta

de Jesús antes de su crucifixión.

El primer domingo de la Semana Santa comenzaba con el “Domingo de Palmas”, nos daban ramas de palmas de coco para celebrar la entrada de Jesús en Jerusalén. Tanto niños y adultos aprendimos a ser diversas manualidades con estas ramas, como cruces, collares y coranas.

El ultimo Domingo, el cual se conoce como “Domingo de Resurrección” es la corona de la semana; comenzaba con un servicio a la media noche del sábado y durante la mañana del Domingo.

Un recuerdo muy latente en mi memoria era como esta celebración envolvía a toda la comunidad. Familias, comunidades y negocios participaban de una manera u otra en conjunto con la parroquia católica en esta celebración. Muchos negocios en la isla cerraban durante varios días de la Semana Santa, particularmente el viernes y domingo Santos.

La programación en la televisión y radio durante esa semana era

un poco repetitiva y consistía principalmente en películas y narraciones de historias

bíblicas.

Era un evento muy singular y único de la cultural que

permeaba en Puerto Rico. Luego de asistir a la iglesia el Domingo de Resurrección muchas familias íbamos a la playa para culminar lo que había sido casi dos meses de diversos sacrificios.

Celebrábamos con música, comida y juegos. Para los niños significaba que ya no habría más pescado y que podíamos comer dulces.

Conversando con mi mamá acerca de esto me explicó que ya todo ha cambiado, no hay más programación religiosa en
la televisión y los negocios no dejan de operar durante esa semana. La sociedad está más secularizada y no es ya un acto comunitario como lo era antes.

Pero en la memoria de todos los que vivimos esos tiempos esa tradición vive latente, y sigue siendo un recuerdo de nuestras tradiciones. Siempre recordare la cantidad absurda de pescado que consumimos, la cruz de ceniza que pintaban en la frente, el Cristo siendo azotado por las calles de la comunidad, y las manualidades con ramas de coco.

Como olvidar que, durante cuarenta días, cada año, Puerto Rico se unía de una manera muy singular y se convertía en una pequeña Jerusalén.

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